Red de Cultura Coreográfica

La Red de Cultura Coreográfica tiene a su cargo la evaluación y readecuación de los contenidos pedagógicos orientados a promover el conocimiento de los procesos corporales y los aspectos generales de la danza escénica, integrándolos en un programa de corte recreativo. Este programa está dirigido al público en general, fomentando así la circulación de procesos y productos culturales.

Su principal objetivo es buscar y sensibilizar a un público-espectador-consumidor de danza contemporánea, a través del desarrollo y fomento de la cultura coreográfica como medio de participación y democratización cultural.

Los cursos de la Red de Cultura Coreográfica están estructurados en aspectos formativos, comunitarios y recreacionales, y están encaminados hacia la promoción de la danza con el fin de enfrentar el desafío que implica el reconocimiento de los procesos creativos y los productos culturales en la dinámica social y económica del país.

La danza es sensible a las iniciativas y a la creatividad humana, y debe ser articulada en las distintas necesidades de los grupos humanos y la utilización de los bienes producidos por ellos. Estas consideraciones atraviesan la Red de Cultura Coreográfica y deben vincularse con el contexto histórico, económico y social que atraviesa nuestro país y el resto del mundo.

La Red de Cultura Coreográfica permite actuar en tres campos:

1. Detección de Talentos
Este es un instrumento muy importante ya que permite promover, formar e incentivar a nuevos artistas.
2. Cultura Coreográfica
Este mecanismo sensibiliza a un público consumidor de la danza contemporánea a través del desarrollo y fomento de la cultura coreográfica como medio de participación y democratización cultural. El programa recreativo cuenta con profesores muy capacitados y ofrece horarios accesibles. A la vez, pretende hacer llegar los beneficios de la danza a las regiones más alejadas del área metropolitana.
3. Contacto Comunitario
Es un compromiso social que establece relaciones con diferentes instituciones, escuelas y grupos comunitarios a nivel nacional, donde los estudiantes adquieren herramientas para insertarse dentro del mundo de la danza y el movimiento artístico, participando así en el proceso de democratización cultural del país.

El Taller Nacional de Danza a través de este serio planteamiento, da ese paso impostergable hacia adelante abriendo brecha y surcando los caminos que deben ser transitados, pero la implementación de todos estos proyectos así como su seguimiento, debe ser un compromiso que atraviese diferentes instancias: privadas, públicas e internacionales, quienes en una articulación cruzada deben favorecer los procesos de desarrollo aquí planteados.

Desde nuestra óptica los jóvenes talentos de la Danza así como el movimiento dancístcio nacional requieren de apoyo, nuevas propuestas, infraestructura e ideas, para abandonar los cercanos y cómodos caminos del conformismo y crecer.


Jimmy Ortiz Ch.
Director General y Pedagógico